La dictadura lumínica (farolas, neones, telepantallas y otras sucursales del Gran Sol del control social que pretende abolir la sombra, porque es a la sombra donde germina la conspiración) ha encontrado sus primeros oponentes. Operan evidentemente en la clandistinad, y se dedican a restaurar la dialéctica del claro/oscuro en los objetos deslumbrados.
martes, 14 de julio de 2009
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